domingo, 25 de octubre de 2009

Superheroes


Esta semana el tema que me ocupa es seguir profundizando en la psique masculina, no es por levantar ampollas, pero hay un comportamiento que se repite en la inmensa mayoría de hombres que conozco, y he de pensar que se produce debido a factores sociológicos (aparquemos factores biológicos por unos instantes).

Pues bien, me he fijado que a la hora de elegir pareja los hombres suelen decantarse por mujeres que tienen algún tipo de debilidad notable. Me refiero a mujeres con problemas de inseguridad, mujeres con grandes carencias afectivas, mujeres con un pasado complicado o simplemente mujeres incapaces de estar solas o incapaces de seguir avanzando.

En definitiva, los hombres eligen mujeres que necesitan ser salvadas.

Como si de un superheroe se tratase, el hombre llega volando y salva a la pobre mujer, víctima de las circunstancias de la vida. Ella muestra su debilidad y él muestra su fuerza, y que mientras estén juntos, nada malo podrá pasarle. Lo que el hombre no sabe, (o lo sabe y se hace el loco) es que de esa forma lo único que consigue es alimentar esa debilidad y seguir creando inseguridades, de todo ello el resultado es que hay gran número de mujeres que no saben estar solas, bien sea porque necesitan sentirse arropadas, o bien sea porque necesitan que alguien les caliente la cama. Y así van dando bandazos sin saber nunca qué es lo que realmente quieren.

Todo se reduce a una palabra: necesidad.

¿Pero qué pasa con las mujeres que no necesitan ser salvadas? Una de dos: o se quedan solas porque no tienen esa necesidad de compañía; o se inventan debilidades donde no las hay para que alguno se acerque. Porque se puede querer tener pareja pero no necesitarla.

Aunque también se da el caso de hombres que valoran esa independencia y que no llevan capa de superheroe y que son capaces de tener relaciones al mismo nivel tratando a sus parejas como iguales. Sólo conocí a dos de esos, serán especie en extinción.

No todas las mujeres son dependientes del afecto, del romanticismo o de esa dependencia emocional que parece estar tan de moda.

Se puede ser feliz sin tanto adorno.


1 comentario: