lunes, 21 de diciembre de 2009

365


365 días que nos dejará el 2009, a diez días de que finalice el año lo primero que viene a mi mente es lo rápido que se ha pasado. Muchas veces me han dicho que a partir de los 20 los años pasan volando...creo que tenían razón. Sin darme cuenta estoy mucho más cerca de los 30 que de los 20, y a pesar de ciertas cosas, han sido años bien vividos y aprovechados.

Este año nos toca vivir una Navidad al más puro estilo película de Hollywood,eso sí, con algo más de crisis (sólo hay que ver el alumbrado,pero al menos este año hay alumbrado). Rodeada de nieve cada vez que salgo a la calle estoy deseosa de volver a casa y pegarme al radiador, que la nieve es muy bonita y todo eso...pero mejor estar detrás de la ventana viéndola, con una buena taza de café y una manta sobre la espalda.

A veces no logro comprender qué encanto le ve la gente a estas fechas, cuando yo estoy deseando que se pasen lo antes posible. Navidad...esa época de amor y paz, cuando la gente con la que ya no te llevas de repente aparece de la nada y te dice "¿lo arreglamos?" y tú te quedas con cara de poker mientras imaginas que de repente les cae un piano encima, y piensas para ti "será que le ha visitado el fantasma de las navidades pasadas o el Grinch, y que si no venía a hacer las paces conmigo le han amenazado con algo". Siento ser así de sarcástica, pero realmente este tipo de cosas me puede. Un año da para mucho. Prefiero juntarme con mis seres queridos en cualquier momento del año simplemente porque me apetezca, no por una absurda obligación. Prefiero pegarme la comilona del siglo en cualquier otro momento, de hecho en Navidad pierdo el apetito y un par de kilos todos los años. Prefiero hacer las paces con la gente en otro momento también. Con razón muchos dicen aquello de "Feliz Falsedad", ¿es que no hay más momentos?.

Para mí estos días son época de balance de lo que el año ha traído y de lo que se lleva. No me puedo quejar de este año, aunque en algún aspecto ha sido movidito, me ha dejado muchas cosas aprendidas. Y yo he dejado muchas piedras que me obstaculizaban el camino. Puedo sentirme satisfecha. Recordaré 2009 como el año de Limpieza General.
La fortuna me permite tener a mi familia bien y felices, unos amigos a los que adoro que son también mi familia, un trabajo con el que estoy casada (será lo único con lo que soy capaz de comprometerme), alguien que me mantiene el corazón calentito (aunque muchas veces el calentón sea por enfados).

Y al año que entra le pido más paciencia para quienes no entienden que necesito tiempo para cambiar algunas cosas, le pido un puesto de trabajo para mi gente que oposita que se lo merecen,le pido que mi salud no nos dé más sustos, le pido tranquilidad para mí y para los que me rodean (sobre todo los que sufren en este momento), le pido elecciones anticipadas (por pedir que no quede, que está la cosa muy malita).

¿Y tú qué pides?

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